domingo, 31 de julio de 2011

Epitafio













Recuerdo cuando llegaste
Con una canción apenas
Mi lágrima salía al paso
Y vos quisiste correrla
Y así entre canto y baile
La noche se fue sin verla
Aquella noche volamos
Más alto que las estrellas
La magia de aquel encuentro
Deshizo todas mis penas
Pero el destino no quiso
Que uniéramos nuestras venas
Lo que no pudo evitar
Que nuestras almas se quieran
Al quedar sin tu latido
la oscuridad de la noche
Cegó todas mis estrellas
Y cai como quien cae
Herida de balacera
Hoy te has ido para siempre
Y ese siempre te condena
a vivir eternamente
donde mi alma te venera

café espresso









Te vi llegar
Traías en tu andar
cadencia de pasos extranjeros,
el acento canyengue
De criollo del sur,
Tu barriga sexy,
De malta y de tibieza
Y los labios húmedos
con sabor a promesas ocultas
tras la espesura de tu bigote
El almíbar del ámbar de tus ojos
Sin piedad ligaba
Las ataduras del enredo,
Entre Deliciosos amarettos
Y el aroma del café espresso,
Ese, que dejamos enfriar
por la presente
urgencia del beso