domingo, 31 de julio de 2011

café espresso









Te vi llegar
Traías en tu andar
cadencia de pasos extranjeros,
el acento canyengue
De criollo del sur,
Tu barriga sexy,
De malta y de tibieza
Y los labios húmedos
con sabor a promesas ocultas
tras la espesura de tu bigote
El almíbar del ámbar de tus ojos
Sin piedad ligaba
Las ataduras del enredo,
Entre Deliciosos amarettos
Y el aroma del café espresso,
Ese, que dejamos enfriar
por la presente
urgencia del beso

1 comentarios:

Blogger Luis Delamar ha dicho...

Los besos son así de ávidos...
Me encantó este poema.
Felicidades y besos.

22 de noviembre de 2013, 10:43  

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