Decime tu canción, decila para mi que es casi como un credo. No ves que estoy aquí, sintiendo tu latir queriendo revivir contigo este amor nuevo Decime tu canción, que ya no habra final entre vos y yo es un rio venal de ternura y pasión que se derrama en besos Loco vos, loca yo y la luna por callao derramando te quieros Decime tu canción que te quiero escribir mi mejor verso.
De mi autoría
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Un humilde zorrillo
El podaba los rosales, cuando ella se acercó para despedirse. Se miraron y ella pensó, cuán importante habría sido ella en la vida de aquel hombre. ¿Una rosa entre tantas rosas? ¿Su rosa? Su amplia sonrisa le respondió y sus palabras que le hablaron de un tiempo ido y atesorado en su corazón. Y todo estaba bien, habían cumplido su destino. Era el momento del adiós y la presencia de un cazador los sorprendió.. un zorro ha venido!! Dijo con la escopeta en la mano dirigiéndose al monte que limitaba con el jardín. Un nudo aprisionó su garganta y contuvo sus lágrimas que se esforzaban por salir.."Hasta el zorro vino a despedirse!", pensó. Oculto entre las malezas del monte, no sé dejaba ver, pero sabían que estaba ahí. Las ovejas pastaban inquietas y el alboroto del corral en la límpida y calma tardenoche, ponía en evidencia el temor de los animales que intuían el peligro que los acechaba. Así como la tensión de sus miradas preveía que el destino separaba definitivamente sus vidas Ignoraba si, las horas compartidas habían logrado domesticar, en algún punto, a ese hombre, La fuerza de sus brazos la rodearon y su voz broto acongojada cuando le dijo. Sé feliz!. Se miraron por última vez , sus ojos parecían de vidrio Al despedirse, el zorro asomó su cabeza y los miró, sus ojos relampagueaban tristes, como un cristal humedecido. Así como el miedo, las lágrimas son un sentimiento, pensó.
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Quién eres angel mío?
Que me ames en silencio, Que me ames desde lejos Invade mi terreno. Me abrazas con tus alas Cuando en mi noche oscura De ausencias siento miedo, Pero no puedo amarte Y sin embargo te metes en mis sueños. Quién eres angel mio Que emerges en mi abismo Como un respiro? Me envuelves en tus alas Y renuevas mi tierra Desolada y con frio Quién eres y de donde has venido? Porque no puedo verte Y me llenas de abrigo? Quien eres? Revelate a mi vida Si tu última rosa Sólo dice: perdón Y no le encuentro sentido Que debo perdonar? Si cada anochecer y cada despertar Siento que estás conmigo.
De mi autoría
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El pricipito y la rosa
"Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria" pensaba y al alzar la mirada vió entre todas a su rosa y entonces comprendió que sólo el tiempo que le había dedicado hacía que su rosa fuera única. No importa cuán lejos de él estuviera, siempre en un lugar del corazón y del tiempo su rosa le pertenecería.
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jueves, 23 de abril de 2009
El laberinto y la rosa
Atrapada estoy en este laberinto, soñando sin tiempo y sin olvido, esperando el milagro cotidiano que me llene de sed como a un mendigo. No sé si eres presente o si fue ayer, sé que vienes de siglos, que aunque te pierda hoy, mañana te hallaré en mi camino, me lo dice mi sangre y este luto que siento porque tu lo has querido, pero te quiero tanto que me sacio de llevarte conmigo. Estás en cada amanecer, en cada rayo de sol que me acaricia, en los ojos del perro vagabundo que parece entender como persigo la estrella que te alumbra, cuando en mis noches sin sueño mis manos en celo en vano te buscan. Estás en los ojos de ese niño que me tiende sus brazos buscando abrigo, mientras aprieto mis labios resguardando tu nombre, que me estalla en el alma como un grito. No, no hay tiempo ni distancia, ni llanto, ni olvido eres la vida que me llama y me lleva en sus alas al cielo y al abismo. Te encontraré mañana, si no es hoy quizá entre otras gentes, quizá en otro sitio. Tal vez cuando la muerte ponga fin a este rito de vivir adorándote como a un dios peregrino.
De mi autoría
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