sábado, 25 de abril de 2009

Decime tu canción





















Decime tu canción,
decila para mi
que es casi como un credo.
No ves que estoy aquí,
sintiendo tu latir
queriendo revivir
contigo este amor nuevo
Decime tu canción,
que ya no habra final
entre vos y yo
es un rio venal
de ternura y pasión
que se derrama en besos
Loco vos, loca yo
y la luna por callao
derramando te quieros
Decime tu canción
que te quiero escribir
mi mejor verso.

De mi autoría

Un humilde zorrillo



El podaba los rosales, cuando ella se acercó para despedirse. Se miraron y ella pensó, cuán importante habría sido ella en la vida de aquel hombre. ¿Una rosa entre tantas rosas? ¿Su rosa?
Su amplia sonrisa le respondió y sus palabras que le hablaron de un tiempo ido y atesorado en su corazón. Y todo estaba bien, habían cumplido su destino.
Era el momento del adiós y la presencia de un cazador los sorprendió.. un zorro ha venido!! Dijo con la escopeta en la mano dirigiéndose al monte que limitaba con el jardín.
Un nudo aprisionó su garganta y contuvo sus lágrimas que se esforzaban por salir.."Hasta el zorro vino a despedirse!", pensó.
Oculto entre las malezas del monte, no sé dejaba ver, pero sabían que estaba ahí.
Las ovejas pastaban inquietas y el alboroto del corral en la límpida y calma tardenoche, ponía en evidencia el temor de los animales que intuían el peligro que los acechaba.
Así como la tensión de sus miradas preveía que el destino separaba definitivamente sus vidas
Ignoraba si, las horas compartidas habían logrado domesticar, en algún punto, a ese hombre,
La fuerza de sus brazos la rodearon y su voz broto acongojada cuando le dijo. Sé feliz!.
Se miraron por última vez , sus ojos parecían de vidrio
Al despedirse, el zorro asomó su cabeza y los miró, sus ojos relampagueaban tristes, como un cristal humedecido.
Así como el miedo, las lágrimas son un sentimiento, pensó.

Quién eres angel mío?








Que me ames en silencio,
Que me ames desde lejos
Invade mi terreno.
Me abrazas con tus alas
Cuando en mi noche oscura
De ausencias siento miedo,
Pero no puedo amarte
Y sin embargo te metes en mis sueños.
Quién eres angel mio
Que emerges en mi abismo
Como un respiro?
Me envuelves en tus alas
Y renuevas mi tierra
Desolada y con frio
Quién eres y de donde has venido?
Porque no puedo verte
Y me llenas de abrigo?
Quien eres? Revelate a mi vida
Si tu última rosa
Sólo dice: perdón
Y no le encuentro sentido
Que debo perdonar?
Si cada anochecer
y cada despertar
Siento que estás conmigo.


De mi autoría

El pricipito y la rosa




"Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria" pensaba y al alzar la mirada vió entre todas a su rosa y entonces comprendió que sólo el tiempo que le había dedicado hacía que su rosa fuera única.
No importa cuán lejos de él estuviera, siempre en un lugar del corazón y del tiempo su rosa le pertenecería.


jueves, 23 de abril de 2009

El laberinto y la rosa


















Atrapada estoy en este laberinto,
soñando sin tiempo y sin olvido,
esperando el milagro cotidiano
que me llene de sed como a un mendigo.
No sé si eres presente o si fue ayer,
sé que vienes de siglos,
que aunque te pierda hoy,
mañana te hallaré en mi camino,
me lo dice mi sangre y este luto
que siento porque tu lo has querido,
pero te quiero tanto que me sacio
de llevarte conmigo.
Estás en cada amanecer,
en cada rayo de sol que me acaricia,
en los ojos del perro vagabundo
que parece entender como persigo
la estrella que te alumbra,
cuando en mis noches sin sueño
mis manos en celo en vano te buscan.
Estás en los ojos de ese niño
que me tiende sus brazos buscando abrigo,
mientras aprieto mis labios
resguardando tu nombre,
que me estalla en el alma como un grito.
No, no hay tiempo ni distancia,
ni llanto, ni olvido
eres la vida que me llama
y me lleva en sus alas
al cielo y al abismo.
Te encontraré mañana,
si no es hoy
quizá entre otras gentes,
quizá en otro sitio.
Tal vez cuando la muerte
ponga fin a este rito
de vivir adorándote
como a un dios peregrino.


De mi autoría