café espresso









Te vi llegar
Traías en tu andar
cadencia de pasos extranjeros,
el acento canyengue
De criollo del sur,
Tu barriga sexy,
De malta y de tibieza
Y los labios húmedos
con sabor a promesas ocultas
tras la espesura de tu bigote
El almíbar del ámbar de tus ojos
Sin piedad ligaba
Las ataduras del enredo,
Entre Deliciosos amarettos
Y el aroma del café espresso,
Ese, que dejamos enfriar
por la presente
urgencia del beso

Comentarios

Luis Delamar ha dicho que…
Los besos son así de ávidos...
Me encantó este poema.
Felicidades y besos.

Entradas populares de este blog

Corazón

vacio y contenido

Epitafio